El cuidado dental se ha vuelto parte importante de nuestra vida diaria. El tener una buena salud dental y, en consecuencia, una sonrisa atractiva nos hace vernos y sentirnos bien, proyectar una buena imagen y habla del cuidado hacia nuestra persona.
Existen aún muchos temores y traumas en un inmenso número de personas que hacen que la visita al dentista sea un hecho casi obligado y de sufrimiento total, generando ansiedad y todos sus síntomas: sudoración, palpitaciones, hiperventilación, etc. La relación dentista – dolor era casi indivisible.
Todos estos traumas son consecuencia básicamente de malas experiencias con la visita al dentista, sumado al mito de que visitar al dentista es casi un castigo.
Una encuesta realizada por Dental Products Report arroja que la ansiedad antes de la visita al dentista se basa en experiencias dentales previas de otras prácticas.
Las “amenazas” sufridas de pequeños, como “si no te cepillas, te llevo al dentista y ahí vas a ver”, “si no comes, te voy a llevar al dentista”, entre muchas otras desarrollan una predisposición negativa hacia el dentista y la visita a su consultorio que se arraigan de una forma inconsciente de adultos.
Los avances tecnológicos y la investigación, os permiten ofrecerle una experiencia cada vez más confortable en la consulta dental. Desde los instrumentos, equipos, técnicas, y materiales hasta el ambiente de la consulta dental en sí, donde puede encontrar música ambiental, televisores, aire acondicionado, videos de películas, entre otros gadgets que ayudan a “sacarnos de la consulta dental”.
Todos estos cambios son parte de buscar que los procedimientos dentales sean hechos con el mínimo dolor y que la experiencia sea lo más grata posible. Como menciona el dr. Malamed, profesor de la Universidad del Sur de California, en lo que se refiere a aplicación de anestesia local y la temida inyección de anestesia: “Las técnicas alternativas como la anestesia intraósea y los sistemas de aplicación de anestesia local controlados por computador han provocado un impacto considerable para mejor”.
Sería genial poder ofrecer al 100% inyecciones libres de dolor, curaciones libres de dolor, procedimientos libres de dolor. Pero no podemos tampoco dejar de ser realistas y ofrecer cosas que son imposibles de cumplir.
Es innegable que existen procedimientos que pueden generar molestias durante algún procedimiento, si esto es así se refuerza la anestesia y pasa, pero es falto de seriedad, por ejemplo, ofrecer que luego de una intervención quirúrgica no exista la posibilidad de inflamación, dolor o alguna molestia.
Claro está que para eso existe la medicación post tratamiento para un eficaz y eficiente manejo del dolor.
Sin duda que los dentistas nos esforzamos y, con la educación continua de la mano, estamos viendo siempre qué ofrecerles a nuestros pacientes para que su experiencia sea cada vez más grata y confortable en nuestro consultorio. La razón de ser de nuestra práctica profesional son ustedes, nuestros apreciados pacientes.
Hasta la próxima!