El comunicado de los realizadores Inamine y Del Busto que reproducimos en este post pone al descubierto las malas prácticas de Cineplanet, una de las empresas de multicines más grandes del país: no sólo programa a El espacio entre las cosas en una “semana baja” (algo entendible desde una lógica de estrategia comercial), sino que las condiciones de la operación son a todas luces injustas.
Es en este acuerdo (ni siquiera contrato) que tiene su origen el abuso. La empresa, que tiene asegurado el rédito, y parece más interesada en esperar el estreno de Dragon Ball que en que la gente vaya a ver una película que se exhibe en sus salas, comienza no publicitando la película y termina cancelando las funciones con motivos absurdos.